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Lo del otro día en el Forestal fue interesante (jueves 7 de junio). Los Tetas en vivo y gratis en el frontis del MAC, al aire libre. Se trataba de un evento organizado por "Claro", la empresa multinacional que debía hacer público el testimonio del ganador del paquete turístico que sortearon para ir a Lollapalooza Chicago, en el marco del "Claro Road", que incluyó conciertos en Talca, La Serena y Valparaíso en un camión-container-escenario acondicionado para montar shows de música en vivo.

Los Tetas es una banda que debutó con su "Mama Funk" en 1995. Un grupo de jóvenes que aún asistía al colegio, y que causaron sensación con un funk de alta factura en la escena de un país que, a pocos años de volver a la democracia, apostaba por proyectos nacionales a través de sellos poderosos como EMI, BMG, SONY MUSIC, entre otros. Son Los Tetas una de las bandas de la "oleada" de música chilena post-dictadura, noventera, que saturaron los medios durante la década. Por mencionar algunos de este lote, Chancho en Piedra, Tiro de Gracia, Nicole, Lucybell, Joe Vasconcellos, etc. Digámoslo así, los últimos artistas chilenos amparados por sellos transnacionales, en una época en la que aún eso era negocio.

Fue un día del 2002 cuando tocaron por última vez,  después de tres discos en estudio, en la discotheque LABERINTO. Y en 2012, 10 años después, se reúnen como ha sido la tónica de las bandas peleadas y/o separadas del último tiempo. Un acierto que los ha llevado a escenarios como Lollapalooza Chile, giras por el país entero, y eventos privados como este en el parque forestal. 

Una de las cosas que más llamó mi atención fue ver la incomodidad de los chicos sobre el escenario al momento de agradecer (supongo, por contrato) a los responsables del evento, a los que hicieron posible el espectáculo gratuito que estábamos disfrutando. En el fondo, ni a mi, ni a nadie - supongo - le gusta la idea de que la cultura, de que un evento en la calle, gratuito, y de calidad, sea organizado por una transnacional operada por un magnate multimillonario con claros intereses publicitarios.

Y fue por ello que Camilo, vocal de la banda, actuó de forma astuta, pero a la vez torpe. En ningún momento dijo "Claro", sin embargo, le tiró rosas al Festival Maquinaria, un festival producido por TRANSISTOR (Leo Valeria), el mismo que hizo posible junto a CLARO el evento que estábamos presenciando. "Es el único Festival chileno 100%" - dijo. 

Yo no sé si sabrá que Maquinaria es una marca originaria de Brasil, y que Chile ha copiado como casi toda la oferta cultural existente en la actualidad (si descontamos el festival de Viña, la Pampilla, Olmué y ahora último Dichato).  O que hasta el momento, en sus versiones anteriores, no ha incluido un porcentaje importante de artistas nacionales en sus parrillas (30% la versión 2010, 25% la version 2012). A diferencia de Lollapalooza, que aumentó considerablemente su oferta de música nacional (42% el 2011 y 53% el 2012), y que fue objeto de ataques que el propio Camilo aprovechó de propiciar públicamente en ese momento, incluso habiendo tocado ahí y no en el otro Festival. 

De cualquier forma, se dio a entender que había que agradecerle a "Claro" por hacer posible un evento como ese: gratis y en la calle. Y pareció que la gente no tenía problemas en asimilar la situación. Los aplausos al señor CLARO se escucharon igual, y un aire a conformismo invadió el lugar. 

Porque esa es la verdad. En el 2000 comenzó rápidamente a haber cada vez menos apoyo e incentivo al producto nacional. Ya para hoy nos encontramos con una presencia de música chilena en los medios de menos del 9% (cifras oficiales SCD). Ni siquiera las artistas que triunfaron en los 90's cuentan con el apoyo de sellos multinacionales actualmente. Ahora todos por igual están sometidos a la autogestión, mientras lo extranjero satura como nunca antes el panorama en los medios de comunicación.

A buena hora decidieron retirarse: en un momento en el que la última moda daba paso a los últimos artistas nacionales de mostrarse a  un nivel mediático importante: el aggrometal político chileno (2x, Rekiem, Rey Chocolate, etc.)