Refused en Chile: los bichos más raros por primera y última vez
Para cualquiera que conozca a Refused, enterarse de su visita a Chile este 2025 fue una inesperada sorpresa. En lo personal, apenas supe la noticia compré entrada. Y probablemente la mayoría de los que fuimos el lunes a la Sala Metrónomo sentimos ese llamado y deber cívico-rockero. Refused es desde mi perspectiva responsable de uno de los discos más importantes del rock del siglo XX, el ahora reconocido "The shape of punk to come" de 1998, no solo por su musicalidad de carácter experimental al mezclar géneros como el hardcore, el metal e incluso el jazz y el progresivo, si no por su profunda propuesta lírica, siempre política de tendencia anti-capitalista y de una dureza que convoca al punk más severo; una escuela de lo que significa el rock para mí. Y la historia se vuelve aún más rica, sabiendo que la publicación de ese disco ocurre tras la disolución de la banda debido a la mala recepción que tuvieron en ese tiempo.
El lunes 3 de noviembre Refused se presentó por primera vez en Chile (y Sudamérica) para despedirse esta vez de forma definitiva, después de 13 años de actividad post separación. Se trataba de un pendiente histórico que finalmente se concretó, no sin algunos detalles: El concierto se había programado inicialmente en el Teatro Coliseo, sin embargo, un par de días antes la producción decide cambiar el recinto a la Sala Metrónomo. Un cambio bastante radical si se consideran los aforos de ambos espacios: Coliseo, 2500 personas vs. Sala Metrónomo, 500-800 personas. No podía ser de otro modo. Si la banda que define a la perfección el término "underground" se presenta en un lugar, siempre puede hacerlo en otro aún más under. No se cumplieron las expectativas en cuanto a venta de entradas, y ¿qué puede ser más punk que eso?
14 años después la banda se reúne y se atreve a hacer 2 discos más, ya con su producción del '98 considerada "de culto" tras un tiempo suficiente para ser masticado y apreciado incluso por otras generaciones.
Concierto casi completo en Sala Metrónomo
Lo del lunes fue un flashback a fines de los 90, a las tocatas en espacios improvisados y poco seguros, resultado de explosiones culturales sostenidas a pulso, de comunidades de apasionados por la música que dieron vida a los momentos más especiales de una juventud veloz e hiperactiva. Si bien muchos de los que asistimos rondaban los 40 y más, no fue impedimento para vivir una caldera efervescente de mosh, crowdsurfing y gritos como si se tratase de esos adolescentes que repletábamos sucuchos para disfrutar del "nuevo ruido". La energía del evento evidenció la desbordante emoción de una audiencia sedienta hacía décadas de este proyecto.
El setlist mantuvo la línea de lo que venían mostrando en otros continentes, siempre con canciones sorpresa que se turnan fecha a fecha. Sin embargo, las canciones de su joya fonográfica del '98 se mantuvieron intactas. El show de Refused se paseó por toda su discografía que, aunque no sea muy extensa, da para extrañar alguno que otro tema igual. Esta vez "no será para la otra!" XD.
Tampoco quedaron fuera intervenciones de tono político referidas a la creciente oleada de gobiernos de extrema derecha o el genocidio en Palestina. U otras más livianas y divertidas como cuando el carismático Dennis Lyzén dice exhausto: "cuando comienzas una banda siendo adolescente quieren que toques 20 minutos, pero ahora que tenemos más de 50 quieren que toquemos 90. ¡Debería ser al revés!".
La historia de esta banda llega entonces a su fin con esta gira de despedida que incluyó por fin a nuestro país, con la explícita advertencia de ser la primera y última vez que vienen. Y no es que se trate de un final marketero que siempre termina en nuevas reuniones como abundan ejemplos en la industria de la música. Refused es siempre la excepción a la regla, la equivocación, el error y el caso aparte, todo en uno. Tal vez basten otros 14 años para que la banda vuelva a tocar, aunque dudo mucho que a nuestro país.
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