Amor propio
Mario Breuer es un productor argentino que trabajó en la década del 80 con casi todos los grandes de su país: charly, fito, los redondos, enanitos, virus, etc. En ese entonces, la industria musical nacional se vio fuertemente potenciada debido, en gran parte, a la guerra de las Malvinas, en un fenómeno similar al que vivió Brasil en la década del 60 con la modernización del país, el fomento a la industria nacional, e incluso la nacionalización del bossa (llegó a haber un quiebre con los mercados extranjeros, puesto que Brasil exigió el pago de un impuesto por el estilo).
La reacción nacionalista se ha visto a lo largo del siglo en varios países latinoamericanos como una forma de desarrollo, o como un medio de protección; una manera de cuidar e impulsar lo propio. Una actitud que se refleja en el ámbito económico y, por supuesto, en lo artístico, pues conmueve a las personas y, por otro lado, fomenta la producción y el consumo de lo que se hace dentro de las propias fronteras. Sin ir más lejos, se muestra más que lo de afuera, por lo tanto, se consume más también.
El boom de bandas argentinas idolatradas hasta el día de hoy se explica por la actitud de un país que decidió independizarse en lo cultural, decretando por ley la presencia de un porcentaje altísimo de producto nacional en los medios de comunicación masivos. Todo esto en medio de un clima de conflicto con la corona inglesa.
El propio Mario explica su éxito como productor por "la suerte que tuve de que mi país entrara en guerra", por supuesto, en un tono tragicómico, develando la realidad socioeconómica.
En una conferencia que dio hace un par de años en Santiago, Mario, refiriéndose a los tópicos que hacen posible los éxitos (o hits) en conjunto con la genialidad musical, mencionó al "amor" como uno que jamás pasará de moda.
Sobretodo si es capaz de reinventarse creativamente.
A continuación, "Snake in the grass" de Annihilator (1993), una balada-progresiva de un hombre despechado. GENIAL. La letra AQUÍ.
La reacción nacionalista se ha visto a lo largo del siglo en varios países latinoamericanos como una forma de desarrollo, o como un medio de protección; una manera de cuidar e impulsar lo propio. Una actitud que se refleja en el ámbito económico y, por supuesto, en lo artístico, pues conmueve a las personas y, por otro lado, fomenta la producción y el consumo de lo que se hace dentro de las propias fronteras. Sin ir más lejos, se muestra más que lo de afuera, por lo tanto, se consume más también.
El boom de bandas argentinas idolatradas hasta el día de hoy se explica por la actitud de un país que decidió independizarse en lo cultural, decretando por ley la presencia de un porcentaje altísimo de producto nacional en los medios de comunicación masivos. Todo esto en medio de un clima de conflicto con la corona inglesa.
El propio Mario explica su éxito como productor por "la suerte que tuve de que mi país entrara en guerra", por supuesto, en un tono tragicómico, develando la realidad socioeconómica.
En una conferencia que dio hace un par de años en Santiago, Mario, refiriéndose a los tópicos que hacen posible los éxitos (o hits) en conjunto con la genialidad musical, mencionó al "amor" como uno que jamás pasará de moda.
Sobretodo si es capaz de reinventarse creativamente.
A continuación, "Snake in the grass" de Annihilator (1993), una balada-progresiva de un hombre despechado. GENIAL. La letra AQUÍ.
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