Prisioneros
Yo estaba en el colegio. Iba en II medio, y tenía una invitación para ese concierto el día viernes. Pero también tenía comprada la entrada para el sábado. Estaba todo planeado para ir en patota al día siguiente. Ese día viernes había una ceremonia de despedida para los IVs, en la noche, y mi curso completo debía estar presente y tocar un repertorio para la ocasión. Así que, sumando y restando, me quedé con la invitación en la mano, que conservo hasta el día de hoy.
El día siguiente, recuerdo cómo mi amigo Suárez aprovechaba la oportunidad para comprar hasta el más inverosímil souvenir y merchandising de la banda. Hasta una almohada se llevó. Entramos al estadio, y la distribución era genial. El escenario estaba construido a lo largo del coliseo, y no a lo ancho como suele hacerse, ocupando el espacio de una de las galerías. La galucha estaba casi llena, y yo ahí, en la cancha, haciéndonos paso entre la gente para llegar adelante.
El ambiente, fantástico. Diciembre caluroso, y en la tarde con el sol aún calentando, ya estaba repleto. A las 21, el concierto, y 3 horas de música. Para ese entonces yo contaba con el fanatismo de mi hermana mayor, por ende, varios discos de ellos, varios años de escucharlos, y varias letras en mi memoria. Pero no fue hasta unos años después que llegué a entender lo que decían realmente. Porque Prisioneros supo camuflar muy bien lo que querían decir, no sólo gracias a su estilo musical, sino a una poesía capaz de disminuir el calibre de palabras crudas y directas para el oído insensible de un uniformado ignorante.
Así, el cometido hizo efecto. Varias veces me recuerdo de niño, cantando letras memorizadas que para ese entonces estaba lejos de llegar a entender. Luego, más allá de la experiencia musical, el entendimiento del texto y la música como un todo, era un valor agregado que con el paso del tiempo terminaba convirtiendo las canciones en obras brillantes. Nunca dejas de darle nuevas lecturas a esto, por más evidente que aparente ser. Y no pasa solo por ser un niño.
Prisioneros fue la única banda nacional capaz de llenar 2 veces el estadio nacional: Soda superó la marca con 2 estadios, pero con más boletos vendidos, el 2007.
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